Según se pudo reconstruir en la investigación, y por lo declarado por Luis Antonio en el juzgado de instrucción número 16 de Sevilla, el arquitecto salió de su puesto y caminó 20 metros en línea recta para hacer su tiro pero oyó ruidos en unos matorrales, pensó que se trataba de un jabalí, giró su arma y, sin ver la presa, apretó el gatillo. Sin embargo, el disparo fue directo a la cabeza a Aitor Ávalo, un nene que estaba a días de cumplir 4 años y acompañaba en la finca a su padre José Antonio, también cazador, su tío, su abuelo y un tío abuelo.
Aitor -vestido con ropa de camuflaje, botas y una escopeta de juguete- estaba sentado donde le habían indicado y cayó al suelo sin vida. “No lo vi, no lo vi”, fueron las primeras declaraciones de Gasparini cuando fue llamado a declarar e imputado por “homicidio imprudente”.
Libre: el arquitecto está imputado por homicidio, pero quedó libre bajo fianza.
El informe preliminar de la Guardia Civil sobre el caso, según medios españoles, descubrió varias irregularidades. Los resultados indican que Gasparini “salió de su puesto de caza” y “disparó en dirección contraria a la que tenía indicado si hubiera estado en su lugar”, lo cual no está permitido y que habría usado municiones ilegales, aunque eso deberá comprobarse con un estudio balístico. El informe, sin embargo, también devela errores en la montería: tres de los cinco puestos no estaban montados de forma correcta porque entre ellos no existía la distancia mínima de 150 metros sin obstáculos que exige la Ley de Caza de Andalucía, ni tampoco había una correcta señalización. Además, los puestos habilitados eran dobles, compuestos por dos tiradores que se alternaban en los disparos, lo cual también está prohibido.
Ni se disculpó, dice la familia
“ni siquiera se acercó para auxiliarlo. sabía lo que había hecho, pero se dio media vuelta y se marchó”, dijo José antonio Ávalo, el padre de aitor. “no ha tenido la decencia de mostrar su rostro. después de declarar, le di una tarjeta con mi número de teléfono a su abogado. Me hizo llegar una carta modelo, en la que dice que se pone en mi situación, que no ha tenido la oportunidad de tener hijos… pero ni se disculpa ni dice sentirse culpable”, contó. en españa no está prohibido que menores sean observadores en la caza.